En un intento por recuperar y reconstruir una historia literaria, los estudiosos de la literatura chicana han examinado con interés obras poco conocidas escritas en los siglos diecinueve y veinte por méxico-americanos en los Estados Unidos. Este tipo de esfuerzo es meritorio porque no sólo fortalece la historia literaria chicana, sino también honra las contribuciones que han hecho los escritores chicanos al caudal y a la diversidad de la literatura nacional. Al plantear otra “presencia” en el canon literario estadounidense, esta literatura encarna vida, un logro significante ya que por años su existencia ha sido abandonada por el incontrolable y temido paso del tiempo y por aquellos poderosos obstinados en negarla.
INSTITUTO FRANKLIN - UAH