El español es la segunda lengua más hablada y estudiada en Estados Unidos. A pesar de no tener un rango oficial reconocido, –como tampoco lo tiene el inglés– la creciente influencia de este idioma ha derivado en una demanda de su conocimiento en centros de enseñanza de cualquier nivel educativo, en la necesidad de las compañías para incorporar personas que la hablen para prestar un mejor servicio a sus clientes hispanohablantes, y hasta su utilización en las apariciones de políticos con el claro objetivo de captar votos. En este trabajo, mi intención es, por un lado, ver la repercusión que el español –sin adentrarme en sus variantes– ha tenido en la historia de la música popular consumida en EE. UU., y, por otro, examinar si la lengua española se sigue empleando en muchos de los grandes éxitos que hoy en día suenan en las radios o se bailan en los clubs estadounidenses. Una situación que, de darse, estaría directamente vinculada con procesos transnacionales y con la voluntad de esta comunidad de reterritorializar espacios y reafirmar su latinidad.
INSTITUTO FRANKLIN - UAH