La hipótesis de partida es que los arquetipos binaristas Hombre/Mujer – espacio público/privado – espacio laboral/espacio doméstico, así como la relación entre identidad y geografía, se han fracturado a lo largo de las últimas décadas en la sociedad y, por lo tanto, en la literatura y artes que reflejan esa sociedad, en las que los espacios masculinos y femeninos, o los espacios «nuestros» frente a los de «ellos» ya no deberían tener una línea divisoria imaginaria. La pertinencia de esta propuesta reside en la urgencia de verificar hacia dónde se dirige esa fractura de los binarismos arquetípicos espaciales e identitarios y cómo en el nuevo milenio los espacios reconfiguran o subvierten la identidad genérica/étnica/nacional en diversas manifestaciones literarias y culturales a ambos lados del Atlántico, y en las «Américas» (no solo en Estados Unidos).