En un intento por racionalizar la invasión americana en Irak y con el propósito de impulsar la democracia en Oriente Medio, la administración de Bush confió plenamente en las ideas sobre el “imperialismo democrático” desarrolladas ocho décadas antes por la administración de Wilson, cuyo objetivo era impulsar los modelos democráticos en América Latina. El elemento clave en esta aproximación democrática es la percepción referente a la difusión de la democracia como una fuente de paz y orden en las relaciones internacionales. Los principios democráticos se entienden, por tanto, como un valor universal capaz de superar las fronteras culturales, históricas y geográficas; además se parte del principio ideológico según el cual los Estados Unidos, cuna de estos principios democráticos, tienen obligación moral de expandir los principios de libertad y democracia al resto del mundo.
INSTITUTO FRANKLIN - UAH