Número 24
La Administración Trump
Ningún cargo político se había atrevido hasta entonces a pronunciar la palabra impronunciable: la palabra I, la I-word, ese vocablo que de forma automática dibuja en la mente la imagen de Nixon aquel 9 de agosto de 1974, subiendo la escalerilla del helicóptero Marine One posado sobre el verde jardín sur de la Casa Blanca, volviéndose hacia el personal que había trabajado para él, elevando los brazos al cielo y haciendo el signo de la victoria con sus dos manos. ¿Victoria? ¿Qué victoria? Era la escena de un presidente elegido en las urnas, pero expulsado de sus funciones, precisamente, por la fuerza delas instituciones democráticas, en el uso de las leyes del Estado de derecho. Y, sin embargo, a Nixon nunca se le llegó a aplicar formalmente la I-word. Dimitió antes de que el Congreso pudiera hacerlo. Porque iba a hacerlo.
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