Conferencia de Hana Jalloul
Perspectivas para el escenario post-Primavera Árabe, la Guerra en Siria y sus consecuencias para la seguridad internacional
Nota informativa: esta charla se impartirá en lengua inglesa.
Las revoluciones de la primavera árabe han tenido un gran impacto en las regiones de Medio Oriente y el norte de África. Las revoluciones tuvieron un efecto dominó cuyas consecuencias fueron muy diferentes dependiendo del país. Como ejemplo, Túnez fue el único país donde la Primavera Árabe tuvo éxito, resultando en una coalición política de partidos en el gobierno y en una constitución moderna de 2014. Este no fue el caso de Libia, inmersa en una situación política inestable y pasando a ser un estado fallido que ha tenido que lidiar con varias facciones islamistas. Abdel Fatah al-Sisi es el presidente de Egipto tras un golpe de estado en 2013 contra el gobierno de Muhammad Mursi, líder del partido Libertad y Justicia fundado por los Hermanos Musulmanes.
Otros países árabes del norte de África también se vieron afectados por las revoluciones de la Primavera Árabe con consecuencias menos drásticas, como es el caso de Algeria. En la zona oriental del mundo árabe varias protestas fueron rápidamente aplacadas en Bahréin. Los peores escenarios hasta hoy se han dado en Siria y Yemen. En el Yemen, la confrontación entre los hutíes y Arabia Saudita continúa en una cruel guerra a expensas de miles de vidas y una gran crisis humanitaria. Tras las protestas masivas, Ali Abdullah Saleh renunció como presidente de Yemen y Adb Tabbuh Mansul al-Hadi fue elegido como presidente justo antes de que el conflicto comenzase, con Arabia Saudita apoyando a al-Hadi y los hutíes apoyando al expresidente Saleh. El cuatro de diciembre Saleh fue asesinado al romper vínculos con los rebeldes hutíes.
Siria era el centro del enfrentamiento entre los poderes iraní y saudita en la zona. Esto se ha reflejado en las diferentes facciones que han apoyado por un lado al régimen de Bashar al-Assad, y por otro, a las facciones que constituyen la oposición al régimen sitio. La oposición ha estado compuesta por facciones moderadas y por milicias jihadistas radicales, como Haya't Tahrir al-Sham o Ahrar al-Sham entre otras. También, en un escenario diferente en Sitia, el Estado Islámico (ISIS), con la capital de su califato en al-Raqqah, calló en manos kurdas y de la coalición internacional este pasado octubre. La seguridad internacional ha sido amenazada en Siria no solo por la existencia del ISIS, su califato, y el hecho de que su milicia jihadista estuviese formada por miles de personas en todo el mundo (sin olvidarnos de su operativa y mortal maquinaria), pero también por las milicias jihadistas locales afiliadas y no afiliadas a al-Qaeda y su modus operandi, y el nuevo fenómeno del número de jihadistas chiíes que operan en suelo sirio esponsorizadas por Irán.
La comunidad internacional ha de lidiar con esas milicias en la región tratando de frenar su capacidad para operar en suelo europeo y americano con ataques terroristas. Uno de los retos actuales es poner en práctica iniciativas de prevención de la radicalización y planes para desradicalizar a ciudadanos occidentales que han luchado con estas milicias y que han vuelto a sus países de origen.
Doctora por la Universidad Complutense de Madrid en el departamento de Relaciones Internacionales y Derecho Internacional Público. Máster en Unión Europea. Gestión de recursos comunitarios y Relaciones Internacionales. Junior Expert de la Comisión Europea en el Líbano. Profesora asociada en la Universidad Carlos III de Madrid en el grado de Relaciones Internacionales y en la Universidad de Nebrija.